Queridos corredores, queridas corredoras… ¡Si piensas que para correr solo necesitas tus piernas, estás muy equivocado! Correr con ayuda de los brazos te permite obtener mejores resultados que utilizando solo las extremidades inferiores.

Pero cuidado, que no se trata de mover los brazos sin ton ni son. Se trata de correr con ayuda de los brazos. Es decir, correr llevando a cabo una técnica que nos ayude a obtener un buen impulso y a retrasar la aparición del cansancio.

Cómo correr con ayuda de los brazos

Para correr con ayuda de los brazos, la posición lo es todo. Para ello:

  • No se trata de que pegues tus codos al cuerpo como si fueras un “Playmobil”. Lo que debes hacer es relajar tus brazos manteniéndolos ligeramente separados del cuerpo, con los codos paralelos y flexionados formando un ángulo de 90º. Cuando realices el braceo, tus codos deberán ir de atrás hacia delante sin que el movimiento sobrepase la línea media del cuerpo.
  • Mantén relajados tus hombros, espalda y cuello. Si los contraes o elevas solo conseguirás que tu cuerpo se venza hacia delante y que te canses antes.
  • Cierra los puños ligeramente, pero no aprietes las manos. Los hacemos muchas veces de forma inconsciente y al igual que los brazos, las manos deben ir más o menos sueltas.
  • A la hora de correr con la ayuda de los brazos, no se trata de hacer fuerza con los hombros y el pecho. Es el antebrazo el que debe hacer de fuerza propulsora del brazo.
  • Fortalece tu tren superior en el gimnasio: de esa forma podrás correr con ayuda de los brazos de un modo más eficaz.

Beneficios de correr con la ayuda de los brazos

Son muchas las ventajas de las que podrás beneficiarte si aprendes a correr con ayuda de los brazos.

  • Lograrás estabilizar tu cuerpo: cuando corres, el brazo que pasa por delante de tu tronco es el contrario al pie con el que das la zancada y eso ayudará a que tu cuerpo se mantenga estable mientras corres.
  • Controlarás mejor la cadencia y tu zancada: si eliges correr moviendo los brazos lentamente, verás cómo tu zancada se alarga y trabajarás así con menor cadencia. Por el contrario, si eliges mover los brazos rápidamente verás cómo tu cadencia es mayor, y tu zancada más corta.

Ya lo ves, cuando se trata de correr con ayuda de los brazos, todo son ventajas.

Un último consejo, para seguir mejorando la técnica del braceo, nada como grabarte y analizar a posteriori los puntos clave: apertura del codo, posición de los hombros, altura a la que llega el brazo en el braceo… y por supuesto ¡seguir corriendo!