Como pasar de cero a corredor

El running es un deporte que exige constancia, una alimentación saludable y, sobre todo, realizar una progresión de ritmo contra el crono de menos a más. No se puede pretender correr 10 kilómetros en 45 minutos partiendo de cero, ni siquiera estando en nuestro peso cuando comencemos a correr.

Hay que ir acostumbrando a los músculos y las articulaciones de forma paulatina para no sufrir lesiones. Algunas dolencias como la periostitis o la fascitis aparecen por un incremento repentino de la frecuencia de entrenamientos, de la velocidad o de las distancias.

En el artículo de hoy os vamos a dar una serie de consejos para no tener este problema. Hay que tener paciencia y templanza, y solo de esa forma avanzaremos de forma segura hacia nuestro objetivo de tiempo o de distancia de carrera. Hay que ser especialmente cuidadosos con este tema si la persona no ha practicado deporte con anterioridad, porque las fibras no están preparadas para el ejercicio de alta intensidad.

  • Empezar poco a poco. Puede sonar a perogrullada, pero son muchos los runners que quieren recuperar el tiempo perdido y se marcan objetivos demasiado ambiciosos desde el comienzo. Esto se termina traduciendo en lesiones que lo que provocan es justamente lo contrario: ralentizan nuestra progresión porque tenemos que visitar al fisioterapeuta y bajar los ritmos.
  • Escucha a tu cuerpo. Tienes que desarrollar una sensibilidad especial para detectar cuándo tus músculos te piden un descanso. Esto no es magia ni algo sobrenatural, simplemente te recomendamos hacer un descanso cuando notes la más mínima molestia.
  • Si partes de cero, no tendrás el equipo adecuado… No te preocupes. En primer lugar, hay que reseñar que lo más importante es el calzado. Para salir a correr no hacen faltan mallas ni siquiera ropa técnica, sobre todo al comienzo, pero sí que se necesitan unas zapatillas de running que protejan tus pies y tus articulaciones porque es el elemento más importante del equipo del runner.
  • Calentamiento y estiramientos: mucho más importante de lo que pensabas. Calentar sirve para preparar nuestras piernas y nuestro cuerpo en general para realizar el entrenamiento. Es un warm – up y es una buena forma de prevenir lesiones. Al terminar tienes que estirar porque es lo más recomendable para prevenir las sobrecargas musculares y las molestas agujetas. Hay tutoriales en Youtube con un sinfín de estiramientos que puedes realizar en tu casa, antes de entrar a la ducha, y para los que no requieres ningún tipo de equipamiento.

Esperamos que con estas cuatro sencillas pinceladas tu aterrizaje en el mundo del running sea mucho más agradable. Tu organismo te agradecerá que avances poco a poco hacia los tiempos que tanto deseas. Paciencia y constancia es lo único que necesitas.