Correr en las diferentes estaciones del año y consejos para cada una

Correr es un deporte que es preferible realizarlo en el exterior, ya que de esta manera es menos monótono y podemos disfrutar de rutas diferentes y paisajes. Además, trotar sobre terreno firme es más respetuoso con las rodillas que en la cinta de trotar. Lo que es evidente es que no es lo mismo salir a entrenar a primera hora de la mañana que a mediodía, que hacerlo en pleno verano o durante la estación invernal. Hay que adaptarse y cambiar un poco la rutina para disfrutarlo al máximo y mantener el rendimiento que buscamos para cumplir nuestro objetivo.

  • Correr en invierno es un poco latoso porque, especialmente en Zaragoza, con mucha frecuencia sufrimos del cierzo y sus inmisericordes rachas de viento. Es cierto que la lluvia no es habitual en esta época del año en nuestra región, pero a primera hora de la mañana hace mucho frío y no es agradable salir al exterior. Así pues, la mejor franja horaria para entrenar es el mediodía, cuando disfrutamos de luz y la temperatura es más suave. Si no es posible entrenar a mediodía por motivos laborales o de conciliación familiar, otra opción es entrenar antes de cenar, aunque para entonces el mercurio del termómetro ya marca menos grados. En ese caso acuérdate de llevar ropa con elementos reflectantes para que los coches te vean desde la lejanía. Por ejemplo, estos pantalones Gore r3 Mid o la camiseta Gore Mid.
  • En primavera es cuando podemos sufrir más tormentas y chubascos, pero hay que decir que unas gotas de lluvia no pueden entrometerse en nuestro plan de entrenamiento. Lo ideal es ponerse un buen chubasquero y salir a trotar media hora en los días más húmedos. Lo importante es no cortar la progresión. En los días de sol es de vital importancia llevar agua para evitar una deshidratación.
  • Llegamos a verano y se invierten las tornas. Mediodía acumula las horas a evitar, y a final del día suele hacer bochorno. Lo ideal es ser constante y madrugar. Hay que tener fuerza de voluntad y pisar el asfalto alrededor de las 7 de la mañana. Así, con los primeros rayos del alba cumplirás tu rutina diaria de entrenamiento. Para hacerlo de forma adecuada, es recomendable tomar un desayuno ligero media hora antes de calzarse las zapatillas.
  • En la estación de otoño observamos que el día va menguando: cada día hay menos horas de luz. Cada jornada se adelanta dos minutos más el anochecer. Una opción es ir adelantando progresivamente nuestro entrenamiento para ir aprovechando los últimos rayos solares. Sobre todo, en noviembre es importante llevar ropa adecuada porque en según qué días y horarios, ya comienza a refrescar y hay que evitar los resfriados.

Queda patente entonces que lo mejor para sacar el máximo rendimiento y para preservar nuestra salud es adaptar nuestras tiradas a los horarios. De esta forma podremos seguir haciendo deporte de forma confortable y sin peligro.