Mientras corremos, hacemos un uso del oxígeno que vamos tomando por la boca y la nariz. La eficiencia de este elemento en nuestro organismo puede ser uno de los puntos clave para que nuestra carrera sea más eficaz. Utilizar bien el oxígeno depende de muchos factores que se pueden explicar con la idea de requerir menor gasto por el desarrollo de actividades concretas. Por ejemplo, si tenemos una mala pisada, los músculos de la pierna van a necesitar más oxígeno y todo el cuerpo se va a resentir.
Para que todo fluya y gastemos la menor energía posible mientras corremos, lo mejor es tener una adecuada técnica de carrera. La pisada, la zancada, el impulso con los brazos y la postura son esenciales para que nuestra carrera sea eficiente y no desperdiciemos energía al correr. Además, la alimentación, hidratación y otros factores son esenciales.
Cómo gastar menos energía cuando vamos a correr
- Mejora la técnica de carrera: Una técnica de carrera eficiente te permitirá aprovechar mejor la energía y reducir el esfuerzo innecesario. Concéntrate en mantener una postura erguida, con los hombros relajados y los brazos balanceándose de forma natural. Asegúrate de dar zancadas adecuadas y aterrizar suavemente para minimizar el impacto en las articulaciones. Tienes que analizar también tu pisada para ver si la estás haciendo bien. Hemos publicado muchos artículos sobre la técnica de carrera. Repásalos y tendrás mucho trabaja para desarrollar.
- Establece un ritmo adecuado: Correr a un ritmo demasiado rápido puede agotar rápidamente tus reservas de energía. Aprende a escuchar a tu cuerpo y a elegir un ritmo que te permita mantener una respiración controlada y cómoda durante toda la carrera. Si estás entrenando, incluye días de entrenamiento a ritmo más lento para recuperarte y evitar el agotamiento que no te permita volver a correr. Saber entrenar lento es propio de gente que se conoce y que sabe mucho sobre este deporte. Por eso no hay que ir siempre corriendo como un loco de aquí para allá. Desconfía de esos corredores que van siempre a tope por los parques y las calles. Seguro que conoces alguno.
- Mantén una dieta equilibrada: La alimentación juega un papel crucial en el rendimiento deportivo. Asegúrate de consumir suficientes calorías y nutrientes para mantener la energía necesaria durante el running. Incorpora carbohidratos complejos, proteínas magras y grasas saludables en tu dieta para proporcionar el combustible adecuado a tu cuerpo.
- Hidrátate adecuadamente: La deshidratación puede agotar rápidamente tus niveles de energía y afectar tu rendimiento. Bebe suficiente agua antes, durante y después de la carrera para mantener una hidratación óptima. Considera llevar contigo una botella de agua o planifica tus rutas de manera que puedas acceder a puntos de hidratación.
- Descansa y recupérate: El descanso es esencial para permitir que tu cuerpo se recupere y reponga energías. Asegúrate de dormir lo suficiente cada noche y planifica días de descanso activo o total entre tus sesiones de running más intensas. La recuperación adecuada te ayudará a evitar lesiones y mantener un rendimiento óptimo.