Se suele decir que los seres humanos somos “animales de costumbres”. Es una apreciación bastante real. Si nos fijamos en nuestras tendencias naturales, veremos que nos gusta repetir hábitos como tipos de comida, horarios o trayectos por los que nos dirigimos a los sitios.
En el entrenamiento de running pasa lo mismo. Si no piensas o si no lo planificas antes, acabarás realizando el mismo recorrido que hiciste las últimas veces. Esto está bien para tu seguridad y para poder comprobar tiempos, pero no es un buen modo de progresar. Es necesario el cambio de rutinas.
Vamos a darte algunos consejos para poder cambiar la rutina y dejar atrás la monotonía, que es una de las grandes enemigas del entrenamiento eficaz.
Cómo romper la rutina en el entrenamiento de running
Seguro que puedes aplicar alguno de estos consejos desde ya mismo. Que no te dé pereza. Te ayudará a mejorar:
- Elige un recorrido diferente al que sueles hacer. Planifica antes, elige un trazado atractivo. Los trazados circulares suelen ser más entretenidos que volver por donde has ido. Si lo llevas preparado, no habrá problemas.
- Cambia el tipo de entrenamiento: Siempre pensamos que lo mejor es hacer tiradas largas, pero no siempre es así. Alguno de tus entrenamientos debería centrarse en carreras más cortas e intensas. Así ejercitarás otro tipo de habilidades necesarias para la carrera y tendrás más ganas de llegar al siguiente entrenamiento para correr algo más de tiempo. Las series cortas de doscientos o quinientos metros a tope son una buena forma de entrenar cambiando totalmente el concepto rutinario de “salir a correr”.
- Ponte en manos de otros: si sales a correr con alguien o te dejas guiar por un entrenador, es muy fácil que la monotonía deje de ser un problema. El hecho de no saber qué va a tocar en el entrenamiento es también un aliciente para mantenerse vivo y despierto. Socializar el deporte es una de las mejores formas de no dejarlo nunca.
- Haz variaciones en el calentamiento: busca una tabla de ejercicios nueva. Deja los estiramientos de siempre y haz ejercicios específicos para mejorar tu técnica de carrera. Será una mejora muy sensible y notarás el cambio, también en la parte mental.
- Cambia de hora: en un principio puede ser duro y suponer un pequeño drama, pero también funciona de maravilla. Si sales a correr a primera hora de la mañana, deja un día de hacerlo y trata de salir a última hora de la tarde. Esta rotura de ritmo será buena para oxigenar la mente y el cuerpo también lo agradecerá.
- Cambio de lugares: si tienes que viajar por trabajo o vacaciones es un gran momento para aprovechar y renovar un poco tus salidas a correr. Aprovecha los espacios, déjate llevar, investiga y encuentras sitios que no conocías. Esto te ayudará a correr con mejor motivación.
- Haz otros deportes: el entrenamiento cruzado es fundamental. Relaja, quita tensiones y te ofrece un punto de vista externo a tu actividad habitual que puede ser muy bueno para tu organismo. El cambio de actividad física y la activación de otros grupos musculares son factores que el cuerpo siempre agradece.
Como todo en la vida, la monotonía es un problema. No dejes que la rutina se interponga entre el running y tú.