En muchos aspectos de la vida, en un determinado momento, podemos llegar a un punto en el que no veamos ya posibilidades de mejorar. Puede ocurrirnos en nuestra empresa al no ver posibilidades de promoción interna, puede pasarnos en el ajedrez cuando llegamos a un determinado nivel de ELO y, cómo no, también puede ocurrirnos en nuestro deporte favorito: el running.
Hay que empezar partiendo de la base de que el running, como todos los deportes, el running tiene unas edades óptimas predeterminadas. Si tenemos 40 años no podemos pretender correr como si tuviésemos 20, sin embargo, siempre podemos mejorar dentro de nuestras posibilidades. En el artículo de hoy en el blog de Running ZGZ os vamos a dar una serie de consejos a aplicar para que mejoremos nuestros tiempos y nuestra competitividad sobre el tartán.
La primera estrategia es el realismo: si no queremos frustrarnos, lo primero que deberemos asumir es que no todos los aficionados al running podemos correr una 10 k en menos de 30 minutos. Si uno no quiere terminar completamente frustrado, hay que irse poniendo objetivos realistas ya que ir alcanzado esos hitos varios y solapados es la única forma de llegar a la meta final, que es sacar lo mejor de nosotros mismos.
Mejora tu técnica de carrera: la técnica de carrera puede estar muy perfeccionada pero casi siempre podemos cambiar algo con lo que rascaremos un par de segundos por kilómetro al hacer nuestra zancada más eficiente. Lo mejor para ello es que consultes con un entrenador personal, que te dará las indicaciones oportunas y te corregirá la postura durante la carrera.
Apuesta por el entrenamiento a intervalos o las series en lugar de la carrera continua. Una forma realmente útil de mejorar nuestro ritmo contra el crono es ir adaptando el organismo en tramos de 200 o 400 metros. La carrera continúa de principio a fin viene muy bien para el mantenimiento, pero no nos servirá para conseguir un ritmo más alto por kilómetro.
Apúntate a un club de running. En Running ZGZ tenemos grupos de diferentes niveles para que cada persona se sienta lo más cómoda posible. Con estas quedadas semanales no solo te sentirás más obligado a entrenar cada semana, al ver la motivación de tus compañeros de club, sino que entre todos lograréis retroalimentaros mutuamente y mejorar.