ejercicios para el pie del corredor

El running es un deporte de impacto en el que nuestro único contacto con el suelo firme, los pies, sufren más de lo recomendable. Por ese motivo es tan importante cambiar de calzado con regularidad, buscando de ese modo que las suelas siempre tengan los materiales en perfecto estado, con la elasticidad adecuada, y que cumplan perfectamente su función amortiguadora.

Sin embargo, al margen de esto que, como decimos, es fundamental. Es importante realizar una serie de ejercicios que preparen la musculatura de esta extremidad tan fundamental para nuestro bienestar.

Cuatro movimientos que fortalecen tus pies y los preparan para ritmos altos.

Cuando comenzamos a correr, a veces nos enfocamos en bajar el tiempo al crono, pero antes debemos de preparar nuestras fascias, con el objetivo de evitar lesiones como la temida fascitis plantar, que puede dejarte unos meses fuera de juego. A continuación, te damos una serie de pautas de ejercicios con los que reducirás notablemente el riesgo de lesión. Si llevas alguna tobillera o abalorio en los pies te recomendamos quitarlos para hacer los ejercicios.

  • Utiliza una pelota como una bola de golf, por ejemplo, y colócala debajo de tus dedos. De pie, muévete encima de la bola, poniendo peso y moviendo los dedos para tratar de cogerla. Luego suéltala y vuélvela a coger.
  • Sentado en el suelo, sobre los talones y con los dedos un poco doblados, vamos a hacer el siguiente ejercicio. En esa posición, deberás balancearte de lado a lado, con la meta de estirar los pies, músculos como los gemelos y, a la vez, los tendones. Después tendrás que elevar las caderas bajando los talones hacia el suelo. Todo esto te ayudará a coger fuerzas en el aparato locomotor, y, de esa forma estarás mejor preparado para intentar conseguir los cronos que llevas tiempo buscando.
  • Es importante levantar el dedo gordo del pie mientras el resto de los dedos se quedan apoyados en el suelo.
  • Finalmente, el último ejercicio que os proponemos es colocarse encima de un escalón y dejar que los talones cuelguen hacia abajo, más allá del escalón.

Con estos sencillos ejercicios conseguirás tener un pie muy fortalecido, y eso se traducirá en una reducción considerable de lesiones como los esguinces o la fascitis plantar. Esperamos que estos consejos de fácil aplicación os hayan servido de ayuda.