Es así. Las lesiones son un riesgo al que siempre estamos expuestos si corremos. Tanto si lo hacemos de forma regular, como si solo entrenamos de vez en cuando, son muchos los motivos por los que podemos llegar a lesionarnos: no haber calentado lo suficiente; tener una mala técnica; una mala pisada; unas zapatillas poco adecuadas… Pero sea cual sea la causa de esa lesión, lo cierto es que cuesta volver a correr de nuevo. Especialmente si en ese tiempo de recuperación no hemos practicado otros deportes complementarios como pueden ser el ciclismo o la natación y consecuentemente, hemos perdido forma física y encima, hemos ganado peso.
En esta situación, volver a correr tras una lesión se plantea como un reto y como tal, solo cabe enfrentarlo con los “puños pretos” (como diría nuestra abuela) Y es que, con ganas y tesón, no solo volveremos a correr tras una lesión, sino que además lo haremos mejorando nuestros resultados.
Cómo volver a correr tras una lesión
A la hora de volver a correr tras una lesión, los pasos a seguir no pueden ser los mismos para todos. Así, en función de la gravedad de tu lesión la manera de volver a correr será distinta. No obstante, hay algo que no cambiará, y es que a la hora de volver a correr tras una lesión debes ir poco a poco y escuchar a tu cuerpo. Si observas cualquier molestia a la hora de correr tras una lesión, es evidente que debes parar y tomarte unos días de descanso. Tenlo presente.
Las ganas de volver a correr nos suelen llevar a no respetar los plazos necesarios de recuperación y a no hacer caso del todo a nuestro profesional médico. Es muy importante recuperar al 100% y seguir los pasos de nuestro fisioterapeuta o médico deportivo antes de volver a empezar.
Consejos para volver a correr tras una lesión
Que sí, que lo hemos dicho ya, que hay que ir poco a poco y tener paciencia, pero nos vemos en la obligación moral de repetírtelo porque la falta de paciencia puede llegar a agravar la lesión que padecías. No merece la pena, querido corredor. Ya lo dice la sabiduría popular: Take it easy.
Siguiente consejo para volver a correr tras una lesión: estira antes de empezar a correr. Sabes que debes calentar, pero te puede la pereza en demasiadas ocasiones y al final terminas lanzándote a correr como pollo sin cabeza. No lo hagas.
Combina andar y correr a ritmo ligero: especialmente si tu lesión ha sido importante. Es la única forma de evitar recaer.
Cuida tu técnica: que tus ganas por volver a correr no hagan que descuides tu postura al correr. Presta atención a tu posición y valora la posibilidad de combinar tu vuelta al running con la práctica de otros deportes de bajo impacto durante el primer mes. Te ayudarán mucho a recuperar la forma física perdida.