La alimentación es la base del deporte. Sin una buena aportación de nutrientes no rendiremos de forma adecuada. Somos lo que comemos y por eso debemos alimentarnos con ciertas vitaminas, carbohidratos y proteínas para poder lograr el tiempo que deseamos en esa carrera que lleva meses marcada en rojo en el calendario. A continuación, os explicamos lo que es recomendable para los tres tipos de carrera tipo: la de 10 kilómetros, la media maratón y, por supuesto, la maratón completa. Sigue leyendo para que nunca te quedes sin gasolina.
Qué comer antes de una carrera
Para una 10k, lo más importante es comer una serie de alimentos que van desde los cítricos a las nueces y el pescado azul, pasando por lácteos. Estos nos aportarán vitamina C, Omega 3 y calcio respectivamente y de esa manera tendremos todo el organismo a punto para una carrera rápida como es una 10k. Es verdad que es una distancia considerable pero el ritmo que se lleva es superior al de una media maratón o al de una maratón. En cualquier caso, el día de antes se recomienda ingerir abundantes hidratos de carbono, pasta y arroz, algo de muesli y mucha fruta.
Para una media maratón o para una maratón, que son unas distancias ya muy considerables con 21 y 42 kilómetros respectivamente, es necesario llevar una estricta dieta equilibrada con 5 comidas diarias. En el desayuno debemos ingerir en torno al 20% de los alimentos que tomaremos durante el día, en el almuerzo a mitad de mañana un 5%, en la comida alrededor del 30 o 40%, en merienda un tentempié de 10% y en la cena, cerca de un 25% o del 30%. Además, hay que prestar atención a los alimentos que nos llevamos a la boca, buscando proteínas valiosas con aminoácidos esenciales y grasas de calidad como las que proporcionan el aguacate, el atún o los frutos secos. Para la maratón también son de capital importancia las vitaminas como la B y la C, y en los días previos debemos apostar por los hidratos de carbono.
Siguiendo estas sencillas pautas nos notaremos mucho más fuertes durante la carrera, e incluso nos animaremos a seguir el ritmo de esa persona que la lleva un poquito más preparada que nosotros. Cuando las diferencias son pequeñas, la alimentación puede ayudarte a ganar la batalla.