Primera cuestión a resolver. ¿Qué significa exactamente correr con frío? Técnicamente se considera correr con frío cuando la temperatura exterior se encuentra por debajo de los 10 grados centígrados. Lo que viene siendo, correr en invierno. 

Por qué correr con frío 

Es inevitable. Correr con frío da pereza. Pero precisamente por eso, lo importante es vencer a esa pereza y seguir haciéndolo. Aunque disminuyamos la frecuencia con la que lo hagamos y solo salgamos a correr uno o dos días a la semana. Es preferible poco, que nada.

Además, ya sabes que el secreto del running es la constancia, por eso no debes dejar de correr con frío (salvo situaciones extremas) o terminarás teniendo una excusa recurrente durante toda la estación invernal.

Ventajas

Correr con frío cuenta además con una serie de ventajas que hacen que sea además aún más aconsejable.

La primera de ellas es que a nuestro cuerpo le cuesta menos mantener una temperatura corporal constante, de ahí que sea perfecto para realizar carreras de fondo, por encima de carreras de velocidad o series, pues es muy probable que el suelo que pisemos pueda estar mojado o húmedo y podamos resbalar. Así pues, correr con frío es perfecto para aumentar las distancias y trabajar la resistencia.

Correr con frío hace que quemes más calorías. Como lo oyes. Lo que ocurre en nuestro cuerpo se conoce como termogénesis y consiste es transformar la energía en calo para mantenernos calientes. Hay estudios que afirman que se pueden llegar a quemar hasta un 34% más de calorías haciendo ejercicio a bajas temperaturas.

Pero, además, correr con frío fortalece tu sistema inmunológico.  El entrenamiento moderado con frío reduce el riesgo de padecer una infección mejorando nuestro sistema inmunológico.

Cómo correr con frío

A la hora de correr con frío, nuestro vestuario juega un papel fundamental. No se trata de llevar pocas capas de tela gruesa sino combinarlas adecuadamente. Utiliza tres capas para cubrir todo tu cuerpo. La primera debe ser una térmica más o menos fina pero ajustada al cuerpo, la segunda puede ser una camiseta de manga larga fina o una térmica más gruesa (depende del frío que haga y de tu sensibilidad a éste), y la tercera un cortavientos o una membrana impremeable si llueve o nieva. No descuides tu cabeza, manos y torso, pues son las partes del cuerpo por las que se pierde más calor. Utiliza gorros, guantes y chaleco térmico, así como también una braga o bufanda para tu cuello, orejas, boca y nariz.

 Por otro lado, es importante que elijas prendas deportivas y técnicas transpirables que no retengan el sudor y te ayuden a mantener la temperatura corporal.

La respiración a la hora de correr con frío es otro punto importante. Lo más aconsejable en estas condiciones es correr respirando únicamente por la nariz y exhalando por la boca.

En cuanto acabes, importante: cámbiate y dúchate lo antes posible. Tu temperatura corporal bajará de inmediato en cuanto dejes de entrenar y por eso ducharte será la mejor forma de entrar en calor.

Otro detalle a tener en cuenta antes de empezar, es tu dieta. No puedes llevar la misma dieta que en verano. Para correr con frío necesitas ingerir más alimentos que favorezcan la producción de energía calórica como pasta, arroz, legumbres o pan.

Por último, algo que en Running Zgz no podíamos pasar por alto. Si vas a correr con lluvia, ¡elige las zapatillas adecuadas! Existen zapatillas especialmente pensadas para entrenar con lluvia que llevan membranas impermeables, mantienen el pie seco y son capaces de expulsar el sudor.

Ya sabes, ¡no enfríes tus ganas de seguir corriendo!