Si queremos mejorar el ritmo de carrera hay que entrenar con inteligencia y estrategia.

A priori, esta afirmación puede parecer una perogrullada porque es más que evidente que si corremos menos distancia, nuestro cuerpo podrá hacerlo a una mayor velocidad. Sin embargo, a lo que nos referimos en el título del artículo es a que, si queremos mejorar el ritmo de carrera, no tenemos que entrenar todos los días largas distancias manteniendo un ritmo alto en cada uno de los kilómetros. Hay que entrenar con inteligencia y estrategia para proteger nuestra integridad muscular.

Así pues, si lo que queremos es aumentar el ritmo de trote, tenemos que programar una organización de los entrenamientos que intercale días de rodaje con salidas de calidad, con el objetivo de no sobrecargar demasiado nuestras piernas.

Si estás interesado/a en reducir tus tiempos frente al crono o quieres prepararte para culminar una 10K en menos de 40 minutos, todo esto te interesa, así que sigue leyendo. También puede resultar muy útil si quieres incrementar la velocidad en un plazo de tiempo más reducido.

Las series: grandes aliadas para mejorar nuestro ritmo de carrera

Con este nuevo planteamiento, se trata de recorrer distancias más cortas, pero a un ritmo más explosivo, con el objetivo de que el cuerpo se vaya acostumbrando a mantener durante más tiempo una velocidad de carrera. Puedes empezar por planificarte series de 200 metros descansando en medio lapsos de 2 o 3 minutos. Conforme vayas progresando, podrás aumentar en distancia y programar unos descansos más reducidos, con el objetivo de ir mejorando contra el crono.

Conforme vaya avanzando el calendario, deberás ir paulatinamente aumentando las tiradas a distancias de 1 kilómetro o de 2 kilómetros. Al final, conseguirás mantener el ritmo deseado durante toda la 10k, tal y como habías planificado.

Es importante recordar, llegados a este punto, que también es necesario intercalar jornadas de mero rodaje con días de descanso y tardes de series, porque si no, lo único que conseguiremos será una lesión y vernos obligados a descansar hasta que nos recuperemos. Dicho todo esto, paciencia y mucha motivación para las series, que a veces son auténticos quebraderos de cabeza, especialmente si se realizan al final de la jornada laboral.