Muchas personas no aficionadas al running consideran que es un deporte que se centra únicamente en hacer largas tiradas de kilómetros para coger fondo.

Asumen, a su vez, que el trote se centra en exclusiva en la musculatura inferior y que tener unas piernas fuertes es sinónimo de lograr el objetivo de tiempo o competir al nivel que uno se proponga.

Nada más lejos de la realidad, los verdaderos runners se preocupan por otros muchos aspectos, que van desde la musculatura general, hasta la tonificación de la zona del CORE, pasando por la técnica de carrera. En especial, hoy vamos a hablar del braceo, que es un elemento muy importante para conseguir lograr un ritmo que marque verdaderamente la diferencia.

Impulsarnos con los brazos es una forma muy efectiva de ahorrar energía y los brazos realizan un movimiento de péndulo similar al que acontece mientras caminamos, pero con el codo ligeramente flexionado. Sin embargo, también es muy importante no exagerar con el movimiento de los brazos porque si no, gastaremos demasiadas calorías en el braceo, y esto puede suponer una gran diferencia, sobre todo, en carreras de larga distancia. Por ello, es básico perfeccionar la técnica del braceo

Aspectos fundamentales para el braceo

Hay tres aspectos clave a tener en cuenta para bracear de forma adecuada:

hombros y codos: tanto los hombros como los codos deben de ir sueltos y relajados, y los brazos deberán ir un poco separados del cuerpo para evitar que rocen con el tronco. Los codos tienen que ir en ángulo de 90 grados y no sobrepasar la línea media del cuerpo.

manos: por su parte, las manos deben de ir entrecerradas, sin apretar los puños y, ni mucho menos con la palma de la mano abierta. Un buen ejemplo gráfico sería como sí transportaras en tu mano a un pajarito al que no quieres hacer daño.

sincronía entre las extremidades inferiores y superiores: es fundamental mantener una armonía de movimientos entre las piernas y los brazos. Los brazos serán los contrapesos de las zancadas.

Si aplicas en tu técnica de carrera estos tres aspectos fundamentales en el braceo, conseguirás utilizar la energía de forma más eficiente y el gasto calórico se transmitirá mejor al asfalto. Si el braceo era algo a lo que no habías estado prestando atención, esto va a suponer un antes y un después en tus entrenamientos y, a buen seguro, en las competiciones venideras.