Todos comenzamos el año muy motivados. Con los objetivos de pérdida de peso o la meta de terminar esa maratón después del próximo verano tenemos muchas ganas de darlo todo en los entrenamientos y por culpa de ello corremos el riesgo de caer lesionados. Algunas de las lesiones habituales por exceso de entrenamiento son la temida fascitis plantar, con su característico dolor en el talón, o la periostitis, especialmente en la gente novata que no está acostumbrada a los deportes de impacto. Por ese motivo, para eludir esas lesiones que frenarán nuestra progresión y por las que corremos el riesgo de desmotivarnos antes de hora, os vamos a dar una serie de trucos y recomendaciones.
Consejos que tienes que aplicar:
- Escucha a tu cuerpo, y hazle caso. Una cosa son las agujetas, y otra muy diferente son los dolores propios de una sobrecarga excesiva de entrenos. Si acabas de correr tus primeros kilómetros notarás las agujetas, molestia que entra dentro de la normalidad y que se supera con la constancia, y preparando al cuerpo para el ejercicio frecuente. Sin embargo, son diferentes los dolores en músculos, tendones o ligamentos. Cuando notes puntos de dolor deberás rebajar el ritmo de los entrenamientos y darte los días de descanso que tu cuerpo se merece.
- Planifica tus semanas con antelación y alterna salidas de calidad, en las que lo das todo contra el crono, con salidas de rodaje, en los que vas sumando kilómetros pero sin gran exigencia. Otro ejemplo de salidas de calidad son las series, en las que preparamos al cuerpo para mantener ritmos altos. Y por supuesto, no te olvides de alternar todos los entrenamientos en general con días de descanso para recuperar el músculo y evitar quemarnos demasiado pronto. Solo así conseguiremos convertirnos en runners para el medio y largo plazo.
- Autocontrol mental. A nivel psicológico, cuando uno descubre los beneficios del running, corre el riesgo de volverse adicto a salir a entrenar. Por ello, establecernos días de entrenamiento y días de descanso nos ayudará a evitar que nuestra mente vaya más allá que nuestros límites físicos. Los sueños nos llevan en volandas, pero los kilómetros los tenemos que correr con las piernas, así que, templanza y paciencia, que poco a poco todo se consigue.
Con estas tres sencillas medidas: revisión de daños, planificación anticipada y templanza, lograremos evitar los fiascos que provoca un sobreentrenamiento desmesurado, que lejos de ayudar, es el principal causante de las lesiones entre los runners primerizos.