Historia de grandes corredores que motiva a seguir

La historia del atletismo es milenaria y, aunque comenzó oficialmente con los juegos olímpicos de la Grecia clásica, ha sido inherente al ser humano a lo largo de la historia porque correr es un movimiento natural de nuestro organismo que nos ha permitido cazar, huir de peligros y tener nuestra musculatura tonificada.

Atletas históricos

En el artículo de hoy en el blog de Running Zgz os vamos a contar la historia de tres atletas, con más o menos prestigio internacional, que nos han servido de inspiración para conseguir mejores cronos en nuestras carreras populares.

-Bikila: Abebe Bikila llegó a la citta eterna para la celebración de los Juegos Olímpicos de 1960, en donde tuvo que correr la prueba de maratón descalzo porque sus zapatillas le molestaban o porque se habían extraviado. A pesar de ello, consiguió batir el récord mundial y estableció el tiempo en 2:15. Posteriormente, en Tokio 1964 reedito la medalla de oro y dejó el tiempo en 2:12. Su final fue muy trágico porque tras sufrir un accidente de automovilismo quedó parapléjico en 1969. Cuatro años después falleció porque nunca llegó a recuperarse del todo del accidente. Permanece no obstante en nuestra memoria para siempre.

– Hermanos Brownlee: estos hermanos británicos son muy buenos en la disciplina de triatlón. Hace 8 años pudimos disfrutar de unas imágenes cargadas de simbolismo en las que Alistair ayudó a su hermano menor, Jonathan, a alcanzar la meta del triatlón de México. El cuerpo de Jonathan había dicho completamente basta y se desvaneció a unos metros de la meta. Su hermano, sin dudarlo ni un segundo, dejó de pelear la carrera para ayudar a su hermano, que había liderado la fase final de la competición, a alcanzar la línea que marcaba el final. Una ayuda fraternal y sincera que fue aplaudida en el mundo entero.

-Ivan Fernández: terminamos con el gesto de un atleta español que recibió el cariño de todo el planeta cuando tuvo un gran gesto de deportividad en el cross de Burlada. Allí, cuando estaban a punto de terminar la carrera, Mutai se detuvo creyendo que ya había cruzado la línea de meta. Por detrás llegaba Iván que, en lugar de aprovechar el despiste del rival, le empujó hacia adelante indicándole el lugar exacto en el que estaba la línea de llegada. Un gesto único que nos hace reflexionar sobre los valores de este deporte y sobre el compañerismo.