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Correr distancias largas es un desafío emocionante que requiere resistencia, determinación y una estrategia inteligente. Ya hablamos sobre cómo mejorar en distancias largas. Hoy vamos a hablar de cómo empezar con ellas sin miedo y con altas probabilidades de éxito. Si te estás planteando afrontar una carrera de larga distancia o simplemente buscas mejorar tu resistencia en distancia, hay varios consejos que pueden ayudarte a alcanzar tus metas y disfrutar al máximo de tus carreras.

Consejos para preparar tus carreras

Aunque cada corredor es diferente y hay muchas variables y factores a tener en cuenta a la hora de ponerse a mejorar las distancias largas, estos consejos para empezar con las distancias largas seguro que te son de utilidad:

  1. Incrementa poco a poco la distancia: No intentes correr largas distancias de golpe. Aumenta progresivamente la distancia de tus carreras semanales para darle tiempo a tu cuerpo a adaptarse y fortalecerse. La parte mental es también muy importante. Trata de mentalizarte, de acompañarte de buena música o de hitos que te ayuden a seguir.
  1. Mantén un ritmo cómodo: En las carreras largas, es esencial mantener un ritmo que puedas sostener. No te exijas demasiado al principio; encuentra un paso cómodo y constante. Esto te permitirá aguantar más. Céntrate en esto y no te dejes llevar por la ansiedad de ser veloz en los primeros kilómetros. Hay un truco que utilizan algunos corredores y es bajar el ritmo hasta que se pueda hablar sin fatiga mientras se corre. Te parecerá lento, pero es uno de los modos de mejorar en tiradas largas. Ya habrá tiempo de callar e ir más rápido.
  1. Entrena tu resistencia: Realiza entrenamientos específicos para mejorar la resistencia. Las carreras de fondo a un ritmo moderado o los entrenamientos de intervalos largos pueden ayudar a fortalecer tu resistencia cardiovascular. Aunque parezca una evidencia la resistencia de distancias largas no solo se entrena con distancias largas.
  1. Descansa y recupérate: El descanso es crucial para el progreso. Programa días de descanso en tu entrenamiento y asegúrate de dormir lo suficiente para permitir que tu cuerpo se recupere.
  1. Hidrátate y lleva una alimentación adecuada: Bebe agua antes, durante y después de tus carreras. Además, alimenta tu cuerpo con comidas adecuadas y asegúrate de consumir los nutrientes necesarios para mantener la energía.
  1. Mantén una buena técnica de carrera: Trabaja en tu postura, zancada y respiración. Una técnica eficiente puede ayudarte a conservar energía y reducir el riesgo de lesiones. Hemos hablado ya de esto en este blog. Lee artículos y practica la técnica de carrera. Te servirá este sobre cómo mejorar la zancada o este sobre como variar la cadencia al correr. Esto es una inversión de tiempo y dedicación que será muy rentable para tu mejora.
  1. Trata de tener una mentalidad positiva y ármate de paciencia: Las distancias largas pueden ser desafiantes, pero mantén una actitud positiva. La paciencia es clave; los resultados no siempre llegan de inmediato, pero con perseverancia verás mejoras. No te obsesiones con el tiempo, ni con mirar el reloj demasiado, ni las pulsaciones. Concéntrate en el ahora y en llegar. Ya habrá tiempo de afinar otros detalles.

Recuerda que cada cuerpo es diferente. Escucha al tuyo y ajusta tu entrenamiento según sea necesario. ¡Disfruta del proceso y celebra cada logro en tu camino hacia distancias más largas en running!

 

Imagen: https://unsplash.com